Durante estas últimas semanas hemos analizado varias piezas de branding de guerrilla, y la primera conclusión a la que hemos llegado es muy clara: se trata de una técnica altamente eficaz cuando el producto o beneficio a comunicar es directamente asociable a objetos tangibles.
Sin embargo, cuando el beneficio que se quiere dar a conocer no se trata de algo tangible la comunicación requiere de mayor creatividad: por ejemplo, debemos ingeniárnoslas para jugar con mobiliario de uso público o crearlo específicamente para campañas de sensibilización.
Por supuesto, a mayor creatividad mayor interacción por parte de quien pretendamos interpelar. Y mayor comunicación, por supuesto, cuando la interacción es efectiva. Los resultados son espectaculares cuando el producto, servicio y/o beneficio son físicos en sí mismos e interactúan con objetos urbanos o soportes publicitarios.
Claro está que así como la redacción de copys se alimenta de la poesía, el spot del cine o la gráfica del arte plástico y la fotografía, el branding de guerrilla se nutre del arte y de la comunicación de la calle.
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